Te levantas por la mañana y medio dormido vas directo hacia la ducha dónde un golpe de agua fría te recuerda lo bien que se estaba en la cama. Resignado giras la maneta del grifo al máximo y esperas unos segundos hasta que el intercambiador de tu caldera sea capaz de calentar todo el circuito de agua. O te estás duchando tranquilamente y…alguien enciende un grifo de la cocina! ¿Quién no ha vivido alguna de estas situaciones alguna vez?
Afortunadamente las calderas de microacumulación están aquí para mejorar nuestra calidad de vida. Las calderas de microacumulación consisten en una nueva tecnología que permiten que salga agua caliente de forma inmediata. Y cuyo secreto reside en una resistencia que suministra agua caliente o en el momento que la demanda de agua caliente crece bruscamente y la caldera necesita tiempo para reaccionar.